Los influencers virtuales, personajes creados 100% por inteligencia artificial (IA), cada vez ganan más popularidad y las marcas los prefieren, convirtiéndose así en las nuevas caras del marketing digital.
En esta era digital los influencers son un tremendo mercado, son figuras que logran captar grandes audiencias en redes sociales e influencian a estos para comprar productos, vestirse o maquillarse de cierta manera e incluso comportarse de una forma específica.
Existen agencias que se especializan en influencers, debido a que estos logran la microsegmentación a través de redes sociales, algo muy importante para el marketing.
La microsegmentación consiste en dividir el público en segmentos precisos, de modo que cada influencer atrae a una audiencia con intereses concretos. Esto ofrece a las marcas la oportunidad de dirigirse a audiencias personalizadas, aumentando el impacto y beneficios de campañas publicitarias.
En este punto es donde los influencers virtuales han ganado popularidad, estos avatares creados con IA y algunos modelados en 3D están especialmente diseñados para captar audiencias con precisión mediante modelos de aprendizaje y recopilación de datos, algo muy valorado en el marketing.
Creación de un influencer virtual
Camilo Zavala, desarrollador de crossmedia y experto en inteligencia artificial, explica que la creación de un influencer virtual comienza con el acceso a una plataforma de IA, al iniciar sesión el usuario ingresa a la interfaz donde se desarrollará el avatar.
Posteriormente, se deben establecer objetivos específicos para el avatar, esto dictará el comportamiento y personalidad del influencer virtual. “Por ejemplo, si el avatar representará a una tienda de mascotas, se le asigna un modelo de aprendizaje que le permitirá ir a la librería con datos referentes a mascotas. La IA recopila y aprende esto para adaptar al avatar”, señala Zavala.
Respecto a la autonomía de estos influencers, Zavala menciona que no la tienen, sino que la persona responsable de su creación debe monitorear y darle distintas capacidades de respuesta según la audiencia.
En base a eso, ellos pueden interpretar y aprender de esa respuesta. “Todas las IA están bajo el paradigma del aprendizaje automático, mientras más interacción tengan las audiencias con el influencer, más va a aprender. Por eso es importante que su uso sea totalmente controlado”, enfatiza Zavala.
Un gran ejemplo es el caso de Miquela Sousa, más conocida como Lil Miquela, quien es la primera influencer virtual y la más famosa. Trevor McFedries & Sara Decou fundadores de Brud, crearon a Lil Miquela en abril de 2016, es una joven originaria de Estados Unidos de 21 años residente en Los Ángeles.
Actualmente tiene 2.500 millones de seguidores. Su éxito se debe a su vínculo con grandes marcas como Calvin Klein, sus interacciones con celebridades y también por ser una cantante con millones de reproducciones. Sin embargo, lo que la distingue es que se ha involucrado en temas sociales y políticos.
En su biografía de Instagram tiene escrito #BlackLivesMatter. Para las elecciones presidenciales de 2020, Lil Miquela hizo un llamado para promover el registro de nuevos votantes. Colaboró con las organizaciones Rock the Vote y HeadCount donde explicaba cómo era el proceso de registro y votación. Sus publicaciones incluían hashtags como #vote2020 y #thefutureisvoting. Hizo lo mismo para la reciente votación de noviembre de 2024.
Aumento de los influencers virtuales
La creación de este tipo de influencers va en aumento, las razones son el costo y el control. Daniel Contreras, publicista y analista de marketing digital, menciona que su uso se basa en abaratar costos de producción, transporte, alimentación, etc. “Es mucho más barato ocupar un influencer virtual, tomando en cuenta la construcción de imagen y posicionamiento del influencer, puedes crear el contenido de una marca mucho más rápido porque se hace desde el computador”, pero su uso también tiene desventajas.
Sebastián Marín, consultor de marketing digital, señala que las marcas utilizan a estos influencers para poder moldearlos a su estilo para que sean únicos, “una marca puede contratar a alguien que les cree un influencer propio y desarrollar toda una estrategia de marketing solamente para ellos. La cantidad de cosas que puedes hacer con un influencer virtual es ilimitado”.
Según el estudio Los influencers virtuales como líderes de opinión y su empleo en técnicas en comunicación política, publicado en la Revista Mediterránea de Comunicación, las marcas que optan por este tipo de influencers lo hacen para poder controlar los mensajes publicitarios y acciones del avatar. A diferencia de su contraparte humana, tampoco tienen una vida privada que puede afectar negativamente su vida, es imposible que se vean envueltos en una polémica.
Debate ético
Es un tema delicado, explica Zavala, “quienes optan por usar este tipo de tecnología deben tener claros sus objetivos. Sobre todo el sistema de control de esta IA, ya que los influencers virtuales son solo una herramienta más de lo que es el marketing digital y posicionamiento de marca”.
La línea entre la ética, transparencia y usabilidad es delgada. Ayleen Moath, publicista y experta en comunicación estratégica, hace hincapié en el tipo de marcas que ocupan a influencers virtuales. “Venden por ejemplo, una píldora para adelgazar en un mes y los resultados son absolutamente falsos. Desde el punto de vista ético no debemos prestarnos para eso”.